Populismo en infraestructura
y anunció que el gobierno del cambio sí la haría para beneficiar a todas las comunidades pobres de ese corredor y para conectar a Colombia con Suramérica. #PopulismoYPleitoshttps://t.co/XNbO55X27q
— Germán Vargas Lleras (@German_Vargas) January 22, 2023
y anunció que el gobierno del cambio sí la haría para beneficiar a todas las comunidades pobres de ese corredor y para conectar a Colombia con Suramérica. #PopulismoYPleitoshttps://t.co/XNbO55X27q
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Por: Germán Vargas Lleras para el periódico El Tiempo
Este decreto promete ser el generador de muchos pleitos de la ANI e Invías con sus contratistas.
Desde el Cauca, y flanqueado por su ministro de Transporte, la semana pasada el presidente Petro se quejó de que los gobiernos anteriores no hicieron nada para construir una doble calzada entre Pasto y Popayán y anunció que el gobierno del cambio sí la haría para beneficiar a todas las comunidades pobres de ese corredor y para conectar a Colombia con Suramérica.
Bueno es recordarle al Presidente que su propuesta de construir una doble calzada entre Pasto y Popayán no es ninguna novedad. Su estructuración y diseños vienen desde el año 2015, cuando el gobierno Santos la incluyó dentro de los nueve (9) proyectos viales de la ola 3 del Programa de Concesiones 4G.
Infortunadamente, el entonces ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dictaminó que de esa ola 3 solo autorizaban recursos públicos para los corredores Bucaramanga-Pamplona y Pamplona-Cúcuta, dejando por fuera esta importante vía Pasto-Popayán y también otras como Ocaña-Cúcuta, Chinchiná-Manizales-Mariquita, Zipaquirá-Barbosa-Bucaramanga, Duitama-Pamplona y Sogamoso-Aguazul-Maní.
La ANI del gobierno Duque en agosto de 2018 recibió este proyecto estructurado, con sus estudios, diseños, presupuesto y demás. Casi 2 años después, en abril de 2020, anunció que esta vía, Pasto-Popayán, era su prioridad y que la estaría contratando antes de terminar su mandato en agosto de 2022. Pues ni fue prioridad ni tampoco la licitó.
Como todo lo de la ANI del gobierno Duque, era tan ‘prioritaria’ la doble calzada Pasto-Popayán que increíblemente no la incluyó en la ola 1 de su lento Programa APP 5G y la postergó para la hoy muy lejana ola 2, junto con proyectos viales tan urgentes e indispensables como Villeta-Guaduas y Calarcá-La Paila.
Por eso, y después de 8 años de haber estado listo este proyecto para ser licitado y de haber invertido la ANI casi 7.000 millones de pesos adicionales en la consultoría e interventoría, lo que sigue es proceder de inmediato con la licitación de esta concesión, para que no pasen otros 4 años de promesas fallidas a las comunidades de Nariño y Cauca, que, por cierto, votaron mayoritariamente por el Pacto Histórico.
El Presidente debe, con toda franqueza, informar a la opinión pública que si bien avanzarán en la solución de tan grave problema, dicha doble calzada entre Pasto y Popayán solo podrá ser terminada al finalizar el gobierno de su sucesor (agosto de 2030). Si es que se logra contratar, pues me temo que la inseguridad jurídica en los contratos de concesiones hará muy poco interesante que alguien vuelva a participar después de la decisión populista e irresponsable de intervenir por decreto contratos vigentes al no autorizar incrementos en los peajes a cargo de la ANI (112) e Invías (31) en el año 2023.
Y si bien el decreto ordena que gestionen lo contractualmente necesario para compensar a los contratistas mediante los recursos del Fondo de Contingencias que tiene cada contrato, lo cierto es que estos en la actualidad están totalmente desfinanciados por el atraso del Minhacienda en los aportes de los recursos pactados y además, hay que decirlo, los anunciados recursos de valorización previstos en la Ley 1819 de 2016 tardarán mucho en llegar, puesto que los pagos se pueden hacer en 20 años y también en especie.
Adicionalmente, el Ministerio de Hacienda, tan sagaz como siempre, en el artículo 4 del citado decreto advirtió que la entrega de estos recursos estará supeditada a la disponibilidad presupuestal y a lo contemplado en el marco fiscal y de gasto de mediano plazo del sector de transporte, ninguno de los cuales tenían ni tienen hoy previstas estas erogaciones. Para calmar las aguas anuncia el ministro una adición presupuestal superior a medio billón de pesos para cubrir este hueco. Ya veremos.
Así las cosas, este decreto promete ser el generador de muchos pleitos de la ANI e Invías con sus contratistas, puesto que no será raro que, dada la estrechez fiscal del país, el Minhacienda no logre aportar oportunamente los recursos suficientes para efectuar estas compensaciones y que los avezados contratistas aprovechen este papayazo para intentar mejorar la rentabilidad de sus contratos, como bien lo han empezado a anunciar esta semana a través de la CCI.
La improvisación, la falta de rigor y el populismo se apoderan también del sector de transporte e infraestructura.
GERMÁN VARGAS LLERAS
* Dirección Fundación Carlos Lleras
22 de enero 2023