SOS, señor Alcalde

Por: Germán Vargas Lleras para el periódico El Tiempo
El Concejo de Bogotá deberá decidir si aprueba o no un nuevo cobro de valorización a los bogotanos.
Este lunes, el Concejo de Bogotá deberá tomar una decisión sobre si aprueba o no un nuevo cobro de valorización a los bogotanos. Varios argumentos deben ser tenidos en cuenta por el cabildo a la hora de imponer este nuevo gravamen.
El mecanismo de financiación escogido para el programa de obras ha sido el más controvertido y de ingrata recordación, dado el antecedente de los acuerdos 180 de 2005, 398 de 2009 y 523 de 2013, mediante los cuales se aprobó la realización de 140 obras, de las cuales solo se ejecutaron 41, y con enormes retrasos; es decir, el 29 %.
Todas las obras previstas en el nuevo plan deberían financiarse idealmente con cargo al presupuesto de la ciudad. El gobierno distrital tiene aprobados más de 20 billones de pesos de cupo para endeudamiento; tan solo la mitad serán destinados a la construcción del metro, y a la fecha apenas ha ejecutado 1,7 billones. Las obras que la valorización prevé, con un costo de 900.000 millones, bien podrían financiarse acudiendo a este importantísimo instrumento que ya fue aprobado.
También podrían hacerse con los recursos provenientes de la enajenación de activos, cerca de 2 billones ya recaudados con la venta de las acciones de la EEB. O por la vía de las denominadas asociaciones público-privadas (APP), cuyo monto previsto en el Plan de Desarrollo es de 13 billones adicionales, también ya autorizados, de los cuales inexplicablemente no se ha contratado ni un solo peso, ni una sola obra.
También hay que mencionar la baja ejecución presupuestal de los recursos disponibles. Y resulta paradójico que las dos peores entidades sean precisamente la Secretaría de Movilidad y el Instituto de Desarrollo Urbano. Tienen los recursos, pero no son capaces de ejecutarlos. En ambos casos, el porcentaje no llega al 32 %. ¿Cómo, entonces, podemos confiar en que esta vez sí se ejecutarán las obras?
Otra vez, la Alcaldía acude al mecanismo más fácil –y, como ya lo señalé, en esta oportunidad innecesario– para financiar sus proyectos: seguir gravando a los mismos, sin siquiera consultar de una manera técnica, seria y actualizada la capacidad de pago de los afectados. En Bogotá, señor Alcalde, los ciudadanos no soportan ni un impuesto ni una contribución adicional. Los últimos ocho años, el impuesto predial se ha incrementado a tasas anuales cercanas al 12 %. El valor catastral de las propiedades se ha triplicado e, incluso, cuadriplicado; el propósito plausible de acercar el valor catastral al valor comercial de los inmuebles se consiguió hace varios años, y hoy enfrentamos la situación contraria: el valor comercial es generalmente inferior al valor catastral. A esto hay que agregar que la tarifa de predial pasó de 4,1 % que teníamos hace 18 años a 11,7 %. Y es con ese mismo valor catastral como se pretende ahora introducir esta nueva contribución, y la Administración señala que para “tranquilidad” de todos, el gravamen no superará el valor del impuesto predial para los bienes residenciales, aun cuando sí para los comerciales.
La presión fiscal sobre los ciudadanos de Bogotá llegó hace tiempos a su límite. Si tenemos en cuenta los impuestos nacionales, distritales y parafiscales, un bogotano vio crecer en los últimos años sus impuestos en un 159 %. El ICA igualmente se triplicó, con crecimientos anuales cercanos al 7 %.
Hemos acompañado a la administración Peñalosa en todas sus iniciativas y proyectos, pero, en lo que respecta a este de valorización, que llega en un momento de bajo crecimiento de la economía, de los ingresos y del empleo en la ciudad y ha demostrado ser un mecanismo ineficiente para la ejecución de obras de infraestructura, el alcalde debe ser consciente de la imposibilidad de imponer un solo tributo más a los bogotanos.
Y, para disipar rumores o malas interpretaciones, recuerdo que jamás he considerado la posibilidad de aspirar a la alcaldía de Bogotá. No soy ni seré candidato.
GERMÁN VARGAS LLERAS
* Dirección Fundación Carlos Lleras
18 de noviembre 2018